Frithjof Schuon.

La obra de Frithjof Schuon es una exposición sin parangón de la Sophia Perennis, la sabiduría eterna que subyace en todas las tradiciones plenarias, incluidas las de origen primordial.

Harry Oldmeadow, Profesor de Filosofía y Religión Comparada.

Una obra así se ha ido revelando a las mentes clarividentes del siglo XX como un inciso de verdad en medio de la mentira, una oración en el corazón de la blasfemia, un punto de fusión en el invierno del mundo.

Jean Biès, escritor francés

Nunca he encontrado una obra más impresionante en el estudio comparativo de las religiones orientales y occidentales.

T.S. Eliot, premio Nobel, sobre el primer libro de Schuon

[Schuon es] el pensador religioso más importante de nuestro siglo.

Huston Smith, autor de Las religiones del mundo

Frithjof Schuon es el principal exponente en nuestro tiempo de la Sophia Perennis o Religio Perennis, la sabiduría primordial y única que es el núcleo más profundo de toda religión y de toda doctrina tradicional.

Frithjof Schuon nace en Basilea (Suiza) el 18 de junio de 1907, de padres de origen germánico y alsaciano. En su juventud se establece en París, donde ejerce su oficio de diseñador textil.

De temperamento místico y gnóstico, se impregna del Vêdânta y se interesa en profundidad por todas las religiones, entre ellas el cristianismo y el Islam. En 1932 viaja a Mostaghanem, donde conoce al célebre Shaikh Ahmad al-Alawî, que lo recibe en su Tarîqah. Tres años después Schuon será moqaddem (representante) del Shaikh, antes de convertirse él mismo en un maestro espiritual con discípulos en muchas partes del mundo.

Lector y corresponsal del metafísico francés René Guénon, viaja a El Cairo en 1938 y 1939 para conocerlo. Después de la II Guerra Mundial, Schuon, que reside en Lausanne, emprende varios viajes a América del Norte para conocer a los indios de las Llanuras que conservan la tradición, a Marruecos y a diversos países de Europa.

Su obra escrita cuenta con más de veinte libros traducidos a numerosas lenguas y constituye una verdadera suma metafísica y espiritual sin equivalente en el siglo XX. En ella desarrolla y explicita ampliamente el tema de la “Unidad transcendente de las Religiones” y de la necesaria comprensión “esotérica” de éstas como antídoto contra el nihilismo contemporáneo. Su obra pictórica y poética, menos conocida, muestra toda la riqueza de su asombrosa personalidad.

Frithjof Schuon falleció el 5 de mayo de 1998 en Bloomington (Estados Unidos), a donde se había trasladado en 1980.


Otras observaciones sobre Schuon…

Verdadera suma metafísica, obra maestra de equilibrio y matices, la obra escrita de Frithjof Schuon (…) es una respuesta a los interrogantes del hombre de hoy, que se encuentra desarmado ante las certezas conquistadoras de la ciencia y el ambiente de nihilismo.
Sin embargo, Schuon no fue un metafísico libresco como tantos otros, sino ante todo un hombre de oración inspirado, un verdadero sabio, y para usar la expresión que utilizó con respecto a René Guénon, un “gnóstico nato” que tendería a «encarnar plenamente su arquetipo» actualizando toda su riqueza interior.

Jean-Baptiste Aymard, escritor y biógrafo de Schuon

La interioridad viva que impregna sus obras contribuye en gran medida a su notable poder de integración: el poder de atraer la mente y el alma en dirección al Corazón.

Martin Lings, escritor británico

En sus exposiciones metafísicas, lo que me parece especialmente admirable es su capacidad para dominar, como desde el vuelo de un águila, los temas más difíciles, para aclararlos y simplificarlos. Me refiero a hacer que lo que parecería complicado parezca sencillo, pero que al mismo tiempo revele toda su profundidad.

Jean Hani, escritor católico

Schuon era una combinación de majestuosidad y humildad; de rigor y amor. Estaba hecho de objetividad e incorruptibilidad, además de compasión. Al reunirme con él en numerosas ocasiones a lo largo de casi cinco décadas, las cualidades personales inmediatas que me llamaron constantemente la atención fueron su infinita paciencia y su infinita generosidad.

William Stoddart, autor de Sufismo