Sri Chandrasekharendra Saraswati Mahaswamigal (1894 – 1994).

Hay, sin duda, verdades y actitudes espirituales que no son accesibles a toda inteligencia a la vez que son excelentes e incluso necesarias para ciertos hombres; tanto si se las quiere llamar “esotéricas” como de otro modo, su existencia está en la naturaleza de las cosas.

Negar el esoterismo—y es la cosa, no la palabra, lo que importa—es negar que hay valores espirituales que no todo hombre puede comprender; decir que esta incomprensión es un criterio de inutilidad es sacrificar la verdad a la oportunidad.

Las doctrinas esotéricas, lejos de ser un lujo, responden, al contrario, a imperiosas necesidades de causalidad; la finalidad espiritual que consideran corresponde a la aspiración más profunda del ser: es Dios en nosotros quien quiere ser liberado.

Schuon, Perspectivas Espirituales y Hechos Humanos, Olañeta, 2001, pp. 100-101.